Todo estaba preparado para que la cuarta película de Spiderman comenzara a rodarse con vistas a ser estrenada en mayo de 2011. Sony, el estudio, había arrancado la maquinaria, con el director Sam Raimi, el mismo que se había encargado de las tres entregas anteriores, al frente. En cuanto al reparto, los clásicos Tobey Maguire y Kristen Dunst más John Malkovich, fichado para interpretar al Buitre, el villano. Pero mientras los aficionados discutían sobre lo adecuado o no del nuevo 'malo', Sony dio un golpe de estado contra su propia película.
"Spider-Man: Verano 2012: Peter Parker volverá al instituto cuando la próxima película de Spiderman llegue a los cines en el verano de 2012", rezaba el mensaje publicado en el twitter de la productora en la medianoche del lunes, hora española. Acto seguido, el estudio lanzaba un comunicado oficial antes de que los rumores se extendieran por todos los medios de la comunicación. "Hace una década que iniciamos este viaje con Sam Raimi y Tobey Maguire, y juntos hemos hecho tres películas de Spider-Man que establecen una nueva cota en el género. Cuando empezamos, nadie imaginaba que íbamos a hacer historia en la taquilla y ahora tenemos una oportunidad única para hacer historia una vez más con esta franquicia". En otras palabras: todo el mundo a la calle y Spiderman que empieza de cero.
"Trabajar en las películas de Spiderman ha sido una experiencia clave para mí. Mientras estábamos esperando a hacer una cuarta, el estudio y Marvel tuvieron una oportunidad única para llevar la franquicia en una nueva dirección. Sé que harán un trabajo estupendo", comentó Sam Raimi, deportivo y correcto. Sin embargo, se adivina la decepción en sus palabras. La cuarta entrega era su oportunidad de redimirse tras el desastre artístico de 'Spiderman 3'. Vendida como la entrega más oscura de la saga, la película naufragó hasta bordear el ridículo.
No fue el único pecado de Raimi, amantes de los villanos clásicos del Lanzarredes, que se quejó en público de que el estudio le había obligado a meter a Veneno, un personaje que alcanzó la fama en los 90. Sus críticas no gustaron al estudio, que consideraba que le había dado bastante libertad para una producción multimillonaria.
Y por eso, Sony, celoso del éxito de la adulta 'Caballero oscuro', fichó como guionista de la próxima entrega de Spiderman a James Vanderbilt, autor del libreto de 'Zodiac'. Su borrador gustó mucho a la compañía, pero muy poco a Raimi. El director pidió que la historia se reescribiera de arriba abajo. Para esta labor fue contratado el ganador del premio Pulitzer David Lindsay-Abaire y, posteriormente, el director y guionista Gary Ross. "Gary es un gran director y un muy buen escritor. Le acabo de pasar varias notas y está haciendo una re-escritura ahora mismo", decía Raimi en una entrevista concedida a al MTV en octubre. Su as en la manga: el director sabía que sin él, los actores Maguire y Dusntdejarían la serie.
Lo que no esperaba ninguno de ellos es que su presencia, más que deseada por Sony, se estaba conviertiendo en una carga. Maguire ya se estaba haciendo talludito para el papel (tiene 34 años), y Kristen Dunst no parecía suficientemente 'sexy'. Para colmo, Raimi quería como principal oponente de Spiderman a El Buitre, un enemigo que en las viñetas ha entrado desde hace tiempo la tercera edad y cuyo principal poder es una arnés con forma de joroba que le permite volar. Muy literario, sí, pero no muy cinematográfico. Y por ahí no pasó la productora, por mucho John Malkovich que pasara por ahí. La semana pasada Sony anunciaba el retraso temporal del rodaje. Y ayer le dio el golpe de gracia a Spiderman 4. Del director o los actores de la nueva saga que partirá de cero no se sabe nada, salvo el nombre del guionista: James Vanderbilt, el mismo al que Raimi había vetado.
Los aficionados, lejos de estar esperanzados con el cambio, han llenado internet de mensajes en los que muestran sus temores. ¿Zack Enfron bajo las mallas? ¿Robert Pattison?. Y no son los únicos preocupados. En los despachos de Hollywood se comenta que esta huída hacia delante de Sony puede deberse al temor de que Marvel, aquirida reciéntemente por Disney, luche por recuperar los derechos cinematográficos de su personaje estrella.
ElMundo
"Spider-Man: Verano 2012: Peter Parker volverá al instituto cuando la próxima película de Spiderman llegue a los cines en el verano de 2012", rezaba el mensaje publicado en el twitter de la productora en la medianoche del lunes, hora española. Acto seguido, el estudio lanzaba un comunicado oficial antes de que los rumores se extendieran por todos los medios de la comunicación. "Hace una década que iniciamos este viaje con Sam Raimi y Tobey Maguire, y juntos hemos hecho tres películas de Spider-Man que establecen una nueva cota en el género. Cuando empezamos, nadie imaginaba que íbamos a hacer historia en la taquilla y ahora tenemos una oportunidad única para hacer historia una vez más con esta franquicia". En otras palabras: todo el mundo a la calle y Spiderman que empieza de cero.
"Trabajar en las películas de Spiderman ha sido una experiencia clave para mí. Mientras estábamos esperando a hacer una cuarta, el estudio y Marvel tuvieron una oportunidad única para llevar la franquicia en una nueva dirección. Sé que harán un trabajo estupendo", comentó Sam Raimi, deportivo y correcto. Sin embargo, se adivina la decepción en sus palabras. La cuarta entrega era su oportunidad de redimirse tras el desastre artístico de 'Spiderman 3'. Vendida como la entrega más oscura de la saga, la película naufragó hasta bordear el ridículo.
No fue el único pecado de Raimi, amantes de los villanos clásicos del Lanzarredes, que se quejó en público de que el estudio le había obligado a meter a Veneno, un personaje que alcanzó la fama en los 90. Sus críticas no gustaron al estudio, que consideraba que le había dado bastante libertad para una producción multimillonaria.
Y por eso, Sony, celoso del éxito de la adulta 'Caballero oscuro', fichó como guionista de la próxima entrega de Spiderman a James Vanderbilt, autor del libreto de 'Zodiac'. Su borrador gustó mucho a la compañía, pero muy poco a Raimi. El director pidió que la historia se reescribiera de arriba abajo. Para esta labor fue contratado el ganador del premio Pulitzer David Lindsay-Abaire y, posteriormente, el director y guionista Gary Ross. "Gary es un gran director y un muy buen escritor. Le acabo de pasar varias notas y está haciendo una re-escritura ahora mismo", decía Raimi en una entrevista concedida a al MTV en octubre. Su as en la manga: el director sabía que sin él, los actores Maguire y Dusntdejarían la serie.
Lo que no esperaba ninguno de ellos es que su presencia, más que deseada por Sony, se estaba conviertiendo en una carga. Maguire ya se estaba haciendo talludito para el papel (tiene 34 años), y Kristen Dunst no parecía suficientemente 'sexy'. Para colmo, Raimi quería como principal oponente de Spiderman a El Buitre, un enemigo que en las viñetas ha entrado desde hace tiempo la tercera edad y cuyo principal poder es una arnés con forma de joroba que le permite volar. Muy literario, sí, pero no muy cinematográfico. Y por ahí no pasó la productora, por mucho John Malkovich que pasara por ahí. La semana pasada Sony anunciaba el retraso temporal del rodaje. Y ayer le dio el golpe de gracia a Spiderman 4. Del director o los actores de la nueva saga que partirá de cero no se sabe nada, salvo el nombre del guionista: James Vanderbilt, el mismo al que Raimi había vetado.
Los aficionados, lejos de estar esperanzados con el cambio, han llenado internet de mensajes en los que muestran sus temores. ¿Zack Enfron bajo las mallas? ¿Robert Pattison?. Y no son los únicos preocupados. En los despachos de Hollywood se comenta que esta huída hacia delante de Sony puede deberse al temor de que Marvel, aquirida reciéntemente por Disney, luche por recuperar los derechos cinematográficos de su personaje estrella.
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