empresa telefonica
La decisión de Telefónica de lanzar su nueva plataforma para desarrolladores esconde, detrás de su fachada puramente tecnológica, una decisión estratégica de mucho calado: no permitir que otros actores del mercado, como Apple o Google como máximos ejemplos, acaben absorbiendo todo el valor añadido de la industria y conviertan a la operadora en un mero vendedor de minutos de voz y megas de datos.
Y es que tanto Apple con el sistema operativo iOS, que equipa a los iPod, iPhone e iPad, como Google con Android, han sido capaces de crear, cada uno, sólidos ecosistemas formados por los dispositivos, tiendas online de aplicaciones y miles de desarrolladores (empresas y particulares) en todo el mundo. Ello ha dado como resultado escaparates virtuales de más de 300.000 aplicaciones en el caso de la App Store del iPhone, y de más de 100.000 en el del Android Market, reforzando sustancialmente el poder de estas plataformas para imponerse como estándares de la industria.
Teniendo en cuenta que ya hay más de 4.000 millones de dispositivos móviles conectados en el mundo y se espera que lleguen a 40.000 millones en 2020 (cuando a los móviles, PCs y tabletas se les unan cámaras, consolas, todo tipo de electrodomésticos o contadores de agua, luz o gas) el control de esa industria proporcionará un poder descomunal, que Telefónica –y otros operadores como ella– no quiere dejar en exclusiva en manos de los dos gigantes norteamericanos.
Expansion
Y es que tanto Apple con el sistema operativo iOS, que equipa a los iPod, iPhone e iPad, como Google con Android, han sido capaces de crear, cada uno, sólidos ecosistemas formados por los dispositivos, tiendas online de aplicaciones y miles de desarrolladores (empresas y particulares) en todo el mundo. Ello ha dado como resultado escaparates virtuales de más de 300.000 aplicaciones en el caso de la App Store del iPhone, y de más de 100.000 en el del Android Market, reforzando sustancialmente el poder de estas plataformas para imponerse como estándares de la industria.
Teniendo en cuenta que ya hay más de 4.000 millones de dispositivos móviles conectados en el mundo y se espera que lleguen a 40.000 millones en 2020 (cuando a los móviles, PCs y tabletas se les unan cámaras, consolas, todo tipo de electrodomésticos o contadores de agua, luz o gas) el control de esa industria proporcionará un poder descomunal, que Telefónica –y otros operadores como ella– no quiere dejar en exclusiva en manos de los dos gigantes norteamericanos.
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