El Congreso propone más trabas a la izquierda 'abertzale'
La declaración expresa, contenida en unos estatutos, en contra de la violencia no será suficiente como para legalizar a un partido político. Esta es la sugerencia que ayer aprobó el Congreso para que Gobierno la incorpore a la reforma de la Ley Electoral General que trata de taponar al máximo las vías por las que se podría colar la izquierda abertzale en las instituciones. La iniciativa partió de la diputada de UPyD, Rosa Díez, a través de una moción, que consiguió atraer al PSOE y al PP.
CiU se abstuvo -por estar en discusión una reforma sobre esta materia- y el PNV, ERC y los grupos minoritarios de la izquierda votaron en contra. "Tiene usted gran capacidad para captar adeptos", dijo el diputado del PNV Emilio Olabarría dirigiéndose a Díez, pero señalando a la izquierda y a la derecha del hemiciclo.
En efecto, PSOE y PP caminan juntos desde hace meses en la reforma de la Ley Electoral para impedir que los herederos de Batasuna estén en las instituciones, pero ayer decidieron apuntarse a la iniciativa de Rosa Díez, probablemente con el afán de no dejar duda de que ambos están como el que más en la lucha contra cualquier maniobra subrepticia de la izquierda abertzale. El Gobierno disipa, de paso, las dudas infundadas de algunos medios sobre supuestos contactos con ETA.
Tanto Antonio Hernando del PSOE, como José Antonio Bermúdez de Castro del PP, explicaron desde la tribuna su combate contra el terrorismo y las reformas legales que están en marcha. Pero fue Rosa Díez la que les incitó a dar una vuelta de tuerca más. "Teniendo siempre presente la resolución número 80 de la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de 30 de junio de 2009, que dice expresamente que los estatutos y el programa de un partido político no pueden ser tomados en cuenta como único criterio par determinar sus objetivos e intenciones, es preciso comparar el contenido de dicho programa con los actos y tomas de posición de los miembros y dirigentes del partido en cuestión". Este es el punto más novedoso de la moción que presentó Díez y apoyaron socialistas y populares,que titula "contra la impunidad y a favor de la derrota de ETA y la deslegitimación de su proyecto".
Lo cierto es que el PSOE, y en alguna medida, aunque menos, el PP, no suelen dar la menor oportunidad a Rosa Díez para que triunfen sus propuestas, pero en este caso no han querido aparecer como contrarios a medidas de dureza contra la izquierda abertzale. El PNV no se quiso sumar. Hizo un discurso de ataque sin paliativos a la lacra del terrorismo pero con objeciones a "criminalizar las ideas". También reprochó Olabarría a Díez su tendencia "a patrimonializar" la lucha contra el terrorismo.
ElPais
La declaración expresa, contenida en unos estatutos, en contra de la violencia no será suficiente como para legalizar a un partido político. Esta es la sugerencia que ayer aprobó el Congreso para que Gobierno la incorpore a la reforma de la Ley Electoral General que trata de taponar al máximo las vías por las que se podría colar la izquierda abertzale en las instituciones. La iniciativa partió de la diputada de UPyD, Rosa Díez, a través de una moción, que consiguió atraer al PSOE y al PP.
CiU se abstuvo -por estar en discusión una reforma sobre esta materia- y el PNV, ERC y los grupos minoritarios de la izquierda votaron en contra. "Tiene usted gran capacidad para captar adeptos", dijo el diputado del PNV Emilio Olabarría dirigiéndose a Díez, pero señalando a la izquierda y a la derecha del hemiciclo.
En efecto, PSOE y PP caminan juntos desde hace meses en la reforma de la Ley Electoral para impedir que los herederos de Batasuna estén en las instituciones, pero ayer decidieron apuntarse a la iniciativa de Rosa Díez, probablemente con el afán de no dejar duda de que ambos están como el que más en la lucha contra cualquier maniobra subrepticia de la izquierda abertzale. El Gobierno disipa, de paso, las dudas infundadas de algunos medios sobre supuestos contactos con ETA.
Tanto Antonio Hernando del PSOE, como José Antonio Bermúdez de Castro del PP, explicaron desde la tribuna su combate contra el terrorismo y las reformas legales que están en marcha. Pero fue Rosa Díez la que les incitó a dar una vuelta de tuerca más. "Teniendo siempre presente la resolución número 80 de la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de 30 de junio de 2009, que dice expresamente que los estatutos y el programa de un partido político no pueden ser tomados en cuenta como único criterio par determinar sus objetivos e intenciones, es preciso comparar el contenido de dicho programa con los actos y tomas de posición de los miembros y dirigentes del partido en cuestión". Este es el punto más novedoso de la moción que presentó Díez y apoyaron socialistas y populares,que titula "contra la impunidad y a favor de la derrota de ETA y la deslegitimación de su proyecto".
Lo cierto es que el PSOE, y en alguna medida, aunque menos, el PP, no suelen dar la menor oportunidad a Rosa Díez para que triunfen sus propuestas, pero en este caso no han querido aparecer como contrarios a medidas de dureza contra la izquierda abertzale. El PNV no se quiso sumar. Hizo un discurso de ataque sin paliativos a la lacra del terrorismo pero con objeciones a "criminalizar las ideas". También reprochó Olabarría a Díez su tendencia "a patrimonializar" la lucha contra el terrorismo.
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