Han pasado mas de tres décadas de carrera desde los comienzos mas bien modestos de este fotógrafo limeño, realizando fotos para el Book para las aspirantes a modelo en el Londres de los setenta, cobrando tan solo 20 libras por sesion incluidos peinado y maquillaje.
Mario Testino, consagrado ya como uno de los mas importantes fotógrafos de moda, entra por la puerta grande al Museo Thyssen Bornemizsa de Madrid. A contrapelo de los momentos de crisis que corren nos exhibe un elogio a la belleza y lujo suntuoso con un clasicismo ortodoxo y una técnica obsesiva.
Kate Moss, Diana de Gales, Stephanie Seymour, Christy Turlington, Linda evangelista, Claudia Shiffer, Cindy Crawford, Reese Whiterspoon, Nicole Kidman, Natalia Vodianova, Gissele Bündchen, Eva Herzigova, son un largo etcétera de una constelación de Divas, que parece que se someten complacientes a los flashes sólo para refrendar el poderío de quien esta detrás de la cámara.
Una exposición de grandes formatos donde gradualmente las modelos pasan de la opulencia del decorado y los vestidos a la desnudez. Escondida, arrinconada como por descuido del museógrafo, hay una foto notable, poderosa, Alberto Anaut y yo coincidimos en llamarla "las seis gracias".
ElMundo
Mario Testino, consagrado ya como uno de los mas importantes fotógrafos de moda, entra por la puerta grande al Museo Thyssen Bornemizsa de Madrid. A contrapelo de los momentos de crisis que corren nos exhibe un elogio a la belleza y lujo suntuoso con un clasicismo ortodoxo y una técnica obsesiva.
Kate Moss, Diana de Gales, Stephanie Seymour, Christy Turlington, Linda evangelista, Claudia Shiffer, Cindy Crawford, Reese Whiterspoon, Nicole Kidman, Natalia Vodianova, Gissele Bündchen, Eva Herzigova, son un largo etcétera de una constelación de Divas, que parece que se someten complacientes a los flashes sólo para refrendar el poderío de quien esta detrás de la cámara.
Una exposición de grandes formatos donde gradualmente las modelos pasan de la opulencia del decorado y los vestidos a la desnudez. Escondida, arrinconada como por descuido del museógrafo, hay una foto notable, poderosa, Alberto Anaut y yo coincidimos en llamarla "las seis gracias".
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