Los orangutanes comparten con el ser humano un 97% de sus genes, lo que les sitúa como unos parientes más lejanos de nuestra especie que los chimpancés (cuya similitud genética alcanza hasta el 99%). Así lo ha revelado el genoma del 'hombre de los bosques' ('Pongo'), como lo llaman en las islas que habita, realizado por un consorcio de internacional, en el que han participado más de 30 laboratorios de siete países, entre ellos varios españoles.
Este nuevo genoma se suma al ya conocido del macaco reshus, el chimpancé, los neandertales y el ser humano moderno y, según los expertos, es un nuevo hito científico que ayudará a conocer mejor nuestra evolución, aporta nuevos conocimientos sobre la investigación de enfermedades genéticas y, además, permite conocer mejor a unos grandes simios que están en grave peligro de extinción, lo que ayudará a su conservación.
Una de las novedades que revela el nuevo genoma, realizado al completo en una hembra llamada 'Susie', es que los cambios genéticos han sido mucho más lentos en los orangutanes que en los chimpancés o los 'Homo', algo que ha sido un sorpresa para los genetistas.
"Hemos comprobado que hay repeticiones de secuencias que se han activado y desactivado en nuestro genoma y que en el suyo no se han movido", apunta el jefe del grupo de Genómica de Primates del Instituto de Biología Evolutiva de la Universitat Pompeu Fabra (UPF-CSIC), Tomàs Marquès, uno de los españoles firmantes del artículo de 'Nature'.
El artículo no entra en la interpretación de este hecho, que podría estar relacionado con los pocos cambios en el entorno selvático en el que han vivido en Sumatra y Borneo, situación que está cambiando con la deforestación brutal en ambos lugares. En todo caso, el genoma abre la puerta a futuros trabajos que revelen por qué los homínidos tuvieron, en un momento dado, una evolución distinta.
El genoma, en el que se han catalogado 13 millones de variaciones genéticas propias de los 'Pongo', revela también la diversidad entre los orangutanes de Borneo y los de Sumatra.
Dos especies en peligro
En concreto, desvela que ambos se separaron de un ancestro común hace 400.000 años y que en la actualidad hay más diversidad genética entre los de Sumatra (donde sólo quedan unos 7.500) que en los de Borneo (cuya población asciende a 45.000), un dato que podría servir para planificar nuevas estrategias conservacionistas.
Nuestra especie se habría separado hace 14 millones de años de la del orangután, una divergencia que con los chimpancés ocurrió hace seis millones de años, y con los que compartimos un 99% del genoma.
El equipo de Arcadi Navarro, de la Universidad Pompeu Fabra, se ha centrado comparar cambios en los cromosomas relacionados con graves enfermedades, como la 'cromosoma Filadelfia', mientras que el de Carlos López-Otín, de la Universidad de Oviedo, se ha centrado en genes relacionados con el cáncer.
Según este investigador, se ha comprobado que la presión evolutiva ha presionado sobre el sistema inmune y el reproductivo. De hecho, han comprobado que los orangutanes están protegidos genéticamente contra algunos cánceres que afectan a nuestra especie.
Investigadores de la Universidad de Viena, por su parte, han descubierto los genes implicados en la selección natural por la percepción visual y el metabolismo de los glicolípidos, que están relacionado con la evolución neurológica de los primates.
ElMundo
Este nuevo genoma se suma al ya conocido del macaco reshus, el chimpancé, los neandertales y el ser humano moderno y, según los expertos, es un nuevo hito científico que ayudará a conocer mejor nuestra evolución, aporta nuevos conocimientos sobre la investigación de enfermedades genéticas y, además, permite conocer mejor a unos grandes simios que están en grave peligro de extinción, lo que ayudará a su conservación.
Una de las novedades que revela el nuevo genoma, realizado al completo en una hembra llamada 'Susie', es que los cambios genéticos han sido mucho más lentos en los orangutanes que en los chimpancés o los 'Homo', algo que ha sido un sorpresa para los genetistas.
"Hemos comprobado que hay repeticiones de secuencias que se han activado y desactivado en nuestro genoma y que en el suyo no se han movido", apunta el jefe del grupo de Genómica de Primates del Instituto de Biología Evolutiva de la Universitat Pompeu Fabra (UPF-CSIC), Tomàs Marquès, uno de los españoles firmantes del artículo de 'Nature'.
El artículo no entra en la interpretación de este hecho, que podría estar relacionado con los pocos cambios en el entorno selvático en el que han vivido en Sumatra y Borneo, situación que está cambiando con la deforestación brutal en ambos lugares. En todo caso, el genoma abre la puerta a futuros trabajos que revelen por qué los homínidos tuvieron, en un momento dado, una evolución distinta.
El genoma, en el que se han catalogado 13 millones de variaciones genéticas propias de los 'Pongo', revela también la diversidad entre los orangutanes de Borneo y los de Sumatra.
Dos especies en peligro
En concreto, desvela que ambos se separaron de un ancestro común hace 400.000 años y que en la actualidad hay más diversidad genética entre los de Sumatra (donde sólo quedan unos 7.500) que en los de Borneo (cuya población asciende a 45.000), un dato que podría servir para planificar nuevas estrategias conservacionistas.
Nuestra especie se habría separado hace 14 millones de años de la del orangután, una divergencia que con los chimpancés ocurrió hace seis millones de años, y con los que compartimos un 99% del genoma.
El equipo de Arcadi Navarro, de la Universidad Pompeu Fabra, se ha centrado comparar cambios en los cromosomas relacionados con graves enfermedades, como la 'cromosoma Filadelfia', mientras que el de Carlos López-Otín, de la Universidad de Oviedo, se ha centrado en genes relacionados con el cáncer.
Según este investigador, se ha comprobado que la presión evolutiva ha presionado sobre el sistema inmune y el reproductivo. De hecho, han comprobado que los orangutanes están protegidos genéticamente contra algunos cánceres que afectan a nuestra especie.
Investigadores de la Universidad de Viena, por su parte, han descubierto los genes implicados en la selección natural por la percepción visual y el metabolismo de los glicolípidos, que están relacionado con la evolución neurológica de los primates.
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