'Somos bacterias en un esqueleto humano'

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Este microbiólogo se dedica a la ciencia que está detrás de muchos de los alimentos que consumimos. A punto de que la Autoridad Europea en Seguridad Alimentaria (EFSA) se pronuncie sobre las miles de solicitudes de productos con probióticos, los expertos en la materia, reunidos la pasada semana en Barcelona, defienden su utilidad. Las bacterias buenas se cuelan en las despensas.

Pregunta.- ¿Qué despertó su interés por esta área de investigación?
Respuesta.- En 1982 conocí a un urólogo, el doctor Andrew Bruce, en Toronto (Canadá). Él había observado que las mujeres con antecedentes de infecciones urinarias tenían la bacteria 'E. coli' en vagina y vejiga, mientras que las mujeres sanas tenían 'Lactobacillus'. Nos pusimos a trabajar en la selección de este tipo de microbios para administrárselos a las mujeres y ese fue el origen de la probiótica moderna.

P.- Y, ahora, los probióticos parecen dispuestos a invadir nuestra dieta.

R.- El origen hay que buscarlo en que todos nosotros somos en realidad bacterias en un esqueleto humano. Tenemos 10 veces más bacterias que células nuestras y a diario excretamos miles de millones. El interrogante es cómo sustituirlas y nuestra idea es hacerlo, principalmente, a través de los alimentos
P.- Pero la gente está sobreestimulada por los beneficios de los probióticos.

R.- Ahora, los consumidores están confundidos porque ven un montón de productos que tienen probióticos y no saben cuáles tienen valor y cuáles no. Algunas empresas han desarrollado probióticos beneficiosos y con base científica y los han comercializado. Como estas empresas han tenido buenos resultados, ha habido otras que han sacado productos a los que también han llamado probióticos, pero no lo son.

P.- ¿Por eso las autoridades son algo escépticas?
R.- No es que sean escépticas. Es como si preguntas si el Barcelona es el mejor equipo del mundo. Puedes responder que sí o que no, pero la cuestión es cómo demostrarlo. Cuando la EFSA apruebe la solicitud será como ganar la Champions League.

P.- Hay voces que sugieren que los probióticos deberían seguir cauces similares a los de los medicamentos para ser aprobados.

R.- Un yogur que aporta un beneficio nunca va a ser un fármaco. Como consumidor, me gustaría saber si algo me va a ayudar a prevenir la enfermedad o combatirla y me da igual que sea fármaco, alimento o dispositivo médico. Pero los gobiernos no permiten esa posibilidad. Esperemos que algún día cambien el sistema regulador. Entretanto, la EFSA y algunos países intentan encontrar la forma de asegurar que estos productos son seguros y que las afirmaciones que hacen son ciertas y útiles.

P.- O sea, que el Actimel ayuda a nuestras defensas.

R.- Sí. Pero la pregunta es cómo decirlo de forma que lo entiendan los consumidores, que la EFSA pueda aprobarlo y que tenga un respaldo científico.

P.- ¿Una persona sana necesita tomar probióticos?
R.- Un tercio de la población femenina tiene vaginosis bacteriana, pero la mayoría no lo sabe. Aunque se sientan sanas, no lo están. Si tomaran un probiótico para mejorar la salud vaginal, estarían más sanas. Depende de cómo definamos la salud y de si sentimos que estamos permanentemente sanos.

P.- Así que tenemos que tomar probióticos por si acaso enfermamos.

R.- No. Para mantenernos sanos. Y, también, para recuperarnos antes de algunas enfermedades como la diarrea.

P.- ¿Y las cantidades?
R.- Digamos que si se trata de regular el tránsito intestinal tomando un yogur con probióticos, habrá quien necesite tomar uno y quien necesite tomar dos.

P.- ¿Dónde estarán los probióticos en 10 años?
R.- Creo que a 10-20 años vista tendremos muchos más productos que, a diferencia de los fármacos, que tienen muchos efectos adversos, son una alternativa más natural. Puedo imaginar que habrá muchas más opciones para los consumidores.

Fuente: ElMundo