La cifra se alcanza pese a la crisis y solo con la ayuda de contenidos adaptados a televisión
Hace unas semanas el actor Seth Rogen (al que se ha podido ver recientemente en El avispón verde) tuvo ocasión de conocer a uno de sus grandes ídolos: el creador de la saga de La guerra de las galaxias, George Lucas. El que posibilitó el encuentro fue otro mito del cine, el realizador Steven Spielberg, y los tres remataron la jugada hablando un buen rato sobre lo divino y lo terrenal. Sin embargo, y para sorpresa de Rogen, lo único que le interesaba a Lucas era convencer al actor y al propio Spielberg de que se dieran prisa en hacer lo que tuvieran que hacer porque el mundo tocaba a su fin. "En 2012 la raza humana desaparecerá del planeta" les soltó el padre de Darth Vader a sus colegas de tertulia.
Lo contaba el actor al periódico Toronto Sun y de nada sirvió que Lucas lo desmintiera luego a través de un correo electrónico a la revista Wired. Según los colaboradores de éste, el director tiene estos días un sentido del humor especialmente agudo y se limitó a bromear, ya se sabe, para echarse unas risas. Hace unos días el neófito en los asuntos de Lucas pudo entender -finalmente- el por qué de este brote dicharachero del cineasta, famoso por tener muy malas pulgas: en un año sin películas, ni reestrenos, ni anuncios de nuevas trilogías, el amo de Star Wars se ha embolsado 510 millones de dólares (373 millones de euros) por la venta de los juguetes de la saga. Un récord absoluto en un año en que no hay estrenos en la gran pantalla relacionados con la saga.
El dato ha sorprendido a los analistas por su rotundidad, especialmente teniendo en cuenta que la situación financiera no es precisamente boyante, pero demuestra que la gallina de los huevos de oro sigue cacareando a voz en grito. Para los expertos la clave está en el éxito de la serie animada The Clone Wars, que ha permitido a toda una nueva generación de fans sumarse al carro de Lucas y que ha impulsado una renovación integral de los juguetes de marcas como Lego o Hasbro, marcas conocidas por su larguísima relación con la saga. Pero no solo la televisión ha ayudado a catapultar los resultados de la franquicia, también hay que tener en cuenta las 56 semanas que el Lego Star Wars Visual Dictionary ha ocupado el número uno de los libros infantiles más vendidos y las docenas de licencias que ha concedido Lucasfilms para productos que van desde una simple caja de cereales a una completa gama de electrodomésticos.
Además, La guerra de las galaxias ya mira a 2012 y si este año la saga aparecerá por primera vez en formato blu-ray, para el año que viene se anuncia el reestreno en 3D de las dos trilogías, el nuevo sable láser de Hasbro, el re-lanzamiento en los parques Disney de las atracciones relacionadas con Star Wars y una marea de videojuegos y un tour de conciertos con la legendaria música de John Williams... Sería una pena que el fin del mundo le arruinara los planes a Lucas.
ElPais
Hace unas semanas el actor Seth Rogen (al que se ha podido ver recientemente en El avispón verde) tuvo ocasión de conocer a uno de sus grandes ídolos: el creador de la saga de La guerra de las galaxias, George Lucas. El que posibilitó el encuentro fue otro mito del cine, el realizador Steven Spielberg, y los tres remataron la jugada hablando un buen rato sobre lo divino y lo terrenal. Sin embargo, y para sorpresa de Rogen, lo único que le interesaba a Lucas era convencer al actor y al propio Spielberg de que se dieran prisa en hacer lo que tuvieran que hacer porque el mundo tocaba a su fin. "En 2012 la raza humana desaparecerá del planeta" les soltó el padre de Darth Vader a sus colegas de tertulia.
Lo contaba el actor al periódico Toronto Sun y de nada sirvió que Lucas lo desmintiera luego a través de un correo electrónico a la revista Wired. Según los colaboradores de éste, el director tiene estos días un sentido del humor especialmente agudo y se limitó a bromear, ya se sabe, para echarse unas risas. Hace unos días el neófito en los asuntos de Lucas pudo entender -finalmente- el por qué de este brote dicharachero del cineasta, famoso por tener muy malas pulgas: en un año sin películas, ni reestrenos, ni anuncios de nuevas trilogías, el amo de Star Wars se ha embolsado 510 millones de dólares (373 millones de euros) por la venta de los juguetes de la saga. Un récord absoluto en un año en que no hay estrenos en la gran pantalla relacionados con la saga.
El dato ha sorprendido a los analistas por su rotundidad, especialmente teniendo en cuenta que la situación financiera no es precisamente boyante, pero demuestra que la gallina de los huevos de oro sigue cacareando a voz en grito. Para los expertos la clave está en el éxito de la serie animada The Clone Wars, que ha permitido a toda una nueva generación de fans sumarse al carro de Lucas y que ha impulsado una renovación integral de los juguetes de marcas como Lego o Hasbro, marcas conocidas por su larguísima relación con la saga. Pero no solo la televisión ha ayudado a catapultar los resultados de la franquicia, también hay que tener en cuenta las 56 semanas que el Lego Star Wars Visual Dictionary ha ocupado el número uno de los libros infantiles más vendidos y las docenas de licencias que ha concedido Lucasfilms para productos que van desde una simple caja de cereales a una completa gama de electrodomésticos.
Además, La guerra de las galaxias ya mira a 2012 y si este año la saga aparecerá por primera vez en formato blu-ray, para el año que viene se anuncia el reestreno en 3D de las dos trilogías, el nuevo sable láser de Hasbro, el re-lanzamiento en los parques Disney de las atracciones relacionadas con Star Wars y una marea de videojuegos y un tour de conciertos con la legendaria música de John Williams... Sería una pena que el fin del mundo le arruinara los planes a Lucas.
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