belleza masculina hombre metrosexual
De 'macho ibérico' a metrosexual. Cada vez son más los hombres que acuden a los gimnasios y se someten a tratamientos de belleza, hasta el punto de pasar por el quirófano para mejorar algún aspecto de su imagen, como la nariz o los párpados.
De las 105.000 operaciones de estética realizadas el año pasado, el 12,3% se hicieron en varones. Así lo refleja el primer estudio español que analiza la situación de la cirugía estética en este país, presentado esta semana por la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre).
Ellos demandan, sobre todo, intervenciones relacionadas con la cara: los párpados, la nariz y las orejas, seguidas de la liposucción. "La nariz, el mentón y las orejas les preocupan cuando son más jóvenes. Entre los 40 y los 50 años, lo que más hacemos, además de los implantes de pelo, son las blefaroplastias (para las bolsas de los ojos) y la reducción de la papada y la tripita cervecera, a través de liposucciones", explica Ezequiel Rodríguez, presidente Secpre.
Más tarde, añade, "como signo de envejecimiento, los hombres suelen experimentar aumento del volumen del pecho (ginecomastia) y este es otro de los motivos que más les impulsa a venir a consulta".
Ya lo apuntaba en 2004 la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (Isaps, sus siglas en inglés) y después, en 2008, una investigación realizada por la Sociedad Americana de Cirugía Plástica Estética.
Según sus conclusiones, y por orden de preferencia, los procedimientos quirúrgicos que más interesan al género masculino son: liposucción, rinoplastia, blefaroplastia, ginecomastia y trasplante de pelo. Por su parte, "el colectivo femenino se decanta principalmente, por la liposucción y el aumento de pecho", señala Francisco Menéndez-Graiño, vicepresidente del capítulo de estética de la Secpre.
Parece que el prototipo que representa el actor español Alfredo Landa ha pasado a la historia. Y esto no sólo se demuestra a golpe de bisturí, también en las rutinas de cuidado.
Según Rafael Jiménez, dermatólogo del Hospital Reina Sofía de Córdoba y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), "en la actualidad, los hábitos cosméticos que ha ido adquiriendo el sexo masculino son numerosos: la limpieza facial con productos específicos para el rostro, la utilización de lociones para el afeitado ('aftershaves' y 'beforeshaves') y el uso de tratamientos hidratantes, nutritivos y antiarrugas".
Gran afición por el bótox
Compran más productos orientados a 'mimar' la piel y acuden más al gimnasio y a las clínicas de estética. "Las arrugas de expresión y las patas de gallo les agobian mucho, pero, últimamente, lo que más nos piden, a nivel corporal, es la depilación (especialmente, torso, espalda y pecho).
El 'hombre oso' ya no se lleva", afirma Concha Obregón, responsable de comunicación de la Junta directiva de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME). Tal y como afirma el doctor Jiménez, "al menos un 25% se ha sometido a este tratamiento con láser", sobre todo jóvenes.
Según Obregón, otro de los procedimientos estéticos que más les gustan a los hombres cuando lo descubren es la radiofrecuencia, utilizada para tensar la piel. "A ellos les da mejor resultado que a las mujeres, debido a que su dermis es más gruesa (mayor número de folículos pilosos)". Además de tener un 25% más de espesor, cabe destacar que la piel masculina envejece más tarde, aunque de forma brusca. "Precisamente por sus características, con ellos usamos materiales de mayor densidad", puntualiza la experta.
Antonio Porcuna, presidente de la Fundación docente Secpre, asegura que, de todos los tratamientos estéticos, "el 20% requieren cirugía y el 80% son procedimientos menores", entre los que destaca la toxina botulínica y el ácido hialurónico para las arrugas. Uno de cada 100 hombres, agrega el dermatólogo Jiménez, ha recibido estas infiltraciones.
El culto al cuerpo ha dejado de ser patrimonio de la mujer. De hecho, nunca le perteneció en exclusiva. "En otras civilizaciones, los hombres utilizaban ungüentos para hidratar su piel y también se depilaban el cuerpo entero", afirma el doctor Rodríguez. Ahora recuperan viejas costumbres, con productos y técnicas más avanzadas. Y lo hacen, "sobre todo, por sentirse mejor de cara a la sociedad".
ElMundo
De las 105.000 operaciones de estética realizadas el año pasado, el 12,3% se hicieron en varones. Así lo refleja el primer estudio español que analiza la situación de la cirugía estética en este país, presentado esta semana por la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre).
hombre metrosexual maquillaje
Ellos demandan, sobre todo, intervenciones relacionadas con la cara: los párpados, la nariz y las orejas, seguidas de la liposucción. "La nariz, el mentón y las orejas les preocupan cuando son más jóvenes. Entre los 40 y los 50 años, lo que más hacemos, además de los implantes de pelo, son las blefaroplastias (para las bolsas de los ojos) y la reducción de la papada y la tripita cervecera, a través de liposucciones", explica Ezequiel Rodríguez, presidente Secpre.
Más tarde, añade, "como signo de envejecimiento, los hombres suelen experimentar aumento del volumen del pecho (ginecomastia) y este es otro de los motivos que más les impulsa a venir a consulta".
Ya lo apuntaba en 2004 la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (Isaps, sus siglas en inglés) y después, en 2008, una investigación realizada por la Sociedad Americana de Cirugía Plástica Estética.
Según sus conclusiones, y por orden de preferencia, los procedimientos quirúrgicos que más interesan al género masculino son: liposucción, rinoplastia, blefaroplastia, ginecomastia y trasplante de pelo. Por su parte, "el colectivo femenino se decanta principalmente, por la liposucción y el aumento de pecho", señala Francisco Menéndez-Graiño, vicepresidente del capítulo de estética de la Secpre.
Parece que el prototipo que representa el actor español Alfredo Landa ha pasado a la historia. Y esto no sólo se demuestra a golpe de bisturí, también en las rutinas de cuidado.
metrosexual tratamiento de belleza
Según Rafael Jiménez, dermatólogo del Hospital Reina Sofía de Córdoba y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), "en la actualidad, los hábitos cosméticos que ha ido adquiriendo el sexo masculino son numerosos: la limpieza facial con productos específicos para el rostro, la utilización de lociones para el afeitado ('aftershaves' y 'beforeshaves') y el uso de tratamientos hidratantes, nutritivos y antiarrugas".
Gran afición por el bótox
Compran más productos orientados a 'mimar' la piel y acuden más al gimnasio y a las clínicas de estética. "Las arrugas de expresión y las patas de gallo les agobian mucho, pero, últimamente, lo que más nos piden, a nivel corporal, es la depilación (especialmente, torso, espalda y pecho).
botox en la cara
El 'hombre oso' ya no se lleva", afirma Concha Obregón, responsable de comunicación de la Junta directiva de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME). Tal y como afirma el doctor Jiménez, "al menos un 25% se ha sometido a este tratamiento con láser", sobre todo jóvenes.
metrosexual
Según Obregón, otro de los procedimientos estéticos que más les gustan a los hombres cuando lo descubren es la radiofrecuencia, utilizada para tensar la piel. "A ellos les da mejor resultado que a las mujeres, debido a que su dermis es más gruesa (mayor número de folículos pilosos)". Además de tener un 25% más de espesor, cabe destacar que la piel masculina envejece más tarde, aunque de forma brusca. "Precisamente por sus características, con ellos usamos materiales de mayor densidad", puntualiza la experta.
Antonio Porcuna, presidente de la Fundación docente Secpre, asegura que, de todos los tratamientos estéticos, "el 20% requieren cirugía y el 80% son procedimientos menores", entre los que destaca la toxina botulínica y el ácido hialurónico para las arrugas. Uno de cada 100 hombres, agrega el dermatólogo Jiménez, ha recibido estas infiltraciones.
El culto al cuerpo ha dejado de ser patrimonio de la mujer. De hecho, nunca le perteneció en exclusiva. "En otras civilizaciones, los hombres utilizaban ungüentos para hidratar su piel y también se depilaban el cuerpo entero", afirma el doctor Rodríguez. Ahora recuperan viejas costumbres, con productos y técnicas más avanzadas. Y lo hacen, "sobre todo, por sentirse mejor de cara a la sociedad".
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