¿Nueve meses sin sexo?

¿Nueve meses por delante sin sexo? El embarazo no es una etapa de abstinencia sexual, aunque siguen existiendo muchos mitos y tabúes sobre la posibilidad de seguir mantiendo relaciones durante la gestación. Una revisión en la revista 'Canadian Medical Journal' recuerda en qué casos puntuales puede estar contraindicado y en cuáles conviene seguir disfrutando con normalidad.

Como resume a ELMUNDO.es el doctor Ángel Aguarón, jefe de Ginecología y Obstetricia del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, en general, las relaciones sólo están contraindicadas en aquellos casos en los que el útero necesita reposo, bien por amenaza de aborto o parto prematuro, rotura de la bolsa amniótica o placenta previa, "pero, independientemente de esos casos particulares, que se deben abordar con el ginecólogo, nunca se prohíbe".

Ni siquiera en las gestaciones múltiples, señala, que son la principal causa de parto prematuro: "no todas las mujeres deben guardar abstinencia sexual durante todo el embarazo". De hecho, insiste este especialista, la sexualidad durante el embarazo es distinta ("ni mejor ni peor") y las parejas deberían aprender a disfrutarla.

Más allá de la incomodidad que pueda suponer encontrar una postura adecuada a medida que la tripa va creciendo, Aguarón insiste en normalizar la situación. "Muchas mujeres describen un descenso del deseo sexual, pero todo indica que es una situación más psicológica que hormonal, provocada por sus preocupaciones o el miedo a dañar al feto".

Contraindicaciones
Como recuerdan los especialistas del departamento de Obstetricia de la Universidad de Toronto, las restricciones deben limitarse a las mujeres con riesgo de parto prematuro, aunque incluso en este escenario admiten que las evidencias científicas son escasas y contradictorias.

El doctor Aguerón enumera los escenarios en los que el ginecólogo puede recomendar reposo sexual:
En el primer trimestre, en aquellos casos que exista riesgo de aborto y sea aconsejable reposo para el útero. Aunque contrariamente a lo que muchas parejas puedan pensar, no tiene nada que ver con las posturas o la posibilidad de dañar alfeto durante elcoito. "Lo que ocurre es que durante el orgasmo femenino se producen contracciones provocadas por una sustancia que contiene el semen, la prostaglandina, precursora de la oxitocina". Es decir, es más una cuestión química que postural.

En el segundo y tercer trimestre, cuando haya amenaza de parto prematuro o bien rotura de la bolsa. En este último caso, se trata de prevenir el riesgod e infección, por lo que se indica reposo y tratamiento con antibióticos.

En caso de placenta previa, que en lugar de estar colocada en la parte superior del útero, se desplaza y tapona parte del cuello del útero.

"El sexo en el embarazo es algo natural", concluyen los canadienses, "y existen muy pocas contraindicaciones en el caso de gestaciones de bajo riesgo". En los casos de alto riesgo, añaden, incluso aunque las evidencias no sean cien por cien concluyentes, lo mejor es recomendar la abstinencia sexual, "teniendo en cuenta que se trata de una medida sencilla que podría prevenir consecuencias catastróficas".

ElMundo